Enfocarte en algo es bueno. Te permite generar sinergias entre todo lo que lo rodea y conseguir que se mueva, que cambie, que avance.
Pero existen demasiadas opciones. Múltiples compromisos que has adquirido, múltiples trabajos que alguien está esperando que hagas y múltiples metas que necesitan enfoques muy diferentes. Habilidades que quieres desarrollar, libros que quieres leer, series que quieres ver, promesas que quieres cumplir y expectativas que quieres sobrepasar.
Cuando quieres centrarte en varias cosas a la vez no sueles centrarte en ninguna y cuando todo necesita ser para ya mismo generalmente nada lo es.
Si las manos se te llenan de cosas generalmente alguna se te cae, porque son demasiadas para transportarlas de ese modo. Por ese y otros motivos existen las cajas, las bolsas o las mochilas.
No se trata de que no puedas manejar múltiples opciones, se trata de que necesitas las herramientas adecuadas para hacerlo y necesitas aprender a utilizarlas adecuadamente. Nunca se trata de demasiado, se trata de disponer de un enfoque adecuado a la cantidad que manejas.
Y, sobre todo, nunca se trata de demasiado sino de demasiado a la vez.
En el arcMBA nos centramos en aprender las diferencias entre cuál creemos que es el problema y cuál es el problema real. Y aprendemos a utilizar herramientas que eliminan los problemas reales, que son los que verdaderamente nos paralizan o llevan por sendas que no conducen a ningún lado.
Está diseñado para que superes primero la parte más difícil, pero solamente necesitarás superarla una vez. A partir de ahí dispondrás de las herramientas adecuadas y la claridad suficiente para conseguir que cualquier aspecto avance, incluso si todo parece estar en tu contra y tratar de frenarte.
Cuando lo haces una vez tras otra, recurrentemente, durante semanas, meses y años, se ve muy sencillo. Tanto, que cuesta creer como antes esa visión se encontraba tan distorsionada.